miércoles, 4 de julio de 2007

biografia de hitler


su infancia:

Adolf Hitler nació en: Braunau am Inn, una pequeña aldea cerca de Linz en la provincia de la Alta Austria, no muy lejos de la frontera alemana, en lo que entonces era él Imperio Austrohúngaro
Hitler era un chico inteligente, pero variable, y en dos ocasiones suspendió el examen de entrada a la:Universidad de Linz. Allí quedó cautivado por las lecturas pangermánicas y antisemitas del profesor Leopold Poetsch, quien influyó notablemente en la mente del joven.
Hitler era devoto de su madre y probablemente odiaba a su padre, quien era un estricto disciplinario. Padre e hijo tampoco compartían sus ideas políticas. Alois Hitler también deseaba que su hijo llegara a ser funcionario como él, empleo del que se sentía muy orgulloso y al que había llegado prácticamente sin una base académica. Pero al joven Hitler ese futuro no le seducía en absoluto, ya que estaba demasiado alejado de su objetivo, las artes. Se interesó por la pintura y la arquitectura, pero no logró ser admitido en la Escuela de Bellas Artes de Viena al no poseer talento.
En 1905 abandonó la escuela secundaria de Linz para ir a Viena e ingresar en la Academia de Bellas Artes con el fin de convertirse en pintor, pero fue rechazado en el examen de ingreso. A pesar de su fracaso, decidió quedarse en Viena, viviendo de la venta de sus pinturas con grandes dificultades económicas (llegó a vivir durante tres años en un albergue para indigentes), para seguir pintando y presentarse a un segundo examen de ingreso, que no llegó a realizar nunca. Viena, una ciudad cosmopolita, con mucha vitalidad intelectual y multicultural, le era por completo incomprensible. En aquella época, en Viena existía un importante ambiente antisemita.

Se trasladó a Múnich en 1913 para eludir el servicio militar en su país, aparentemente porque no deseaba servir a las órdenes de oficiales húngaros y judíos, y atraído también por la prosperidad y fortaleza que mostraba Alemania, en contraste con la decadente y débil Austria.

Al inicio de la Primera Guerra Mundial (1914) decidió alistarse como voluntario en el ejército alemán. Realizó su servicio en Francia y Bélgica como mensajero del 16 Regimiento de Infantería Bávara de Reserva, que lo expuso al fuego enemigo. También aprovechó para dibujar algunas historietas y dibujos de instrucción para el periódico del ejército. Fue ascendido al rango de cabo y condecorado en varias ocasiones por su valor en combate, destacando especialmente la consecución de la Cruz de Hierro de segunda clase el 2 de diciembre de 1914, y la Cruz de Hierro, primera clase, el 4 de agosto de 1918, un honor raras veces dado a un soldado de tan baja graduación (ya que aún no era ciudadano alemán, no fue promovido más allá del grado de cabo). En octubre de 1916, en el norte de Francia, Hitler fue herido en la pierna, regresando al frente en marzo de 1917.



El 15 de octubre de 1918, poco antes del final de guerra, Hitler fue trasladado a un hospital de campaña, donde quedó temporalmente ciego por un ataque con gases tóxicos. Una investigación realizada por Bernhard Horstmann indica que su ceguera pudo haber sido resultado de una reacción histérica a la derrota alemana. Hitler expresó metafóricamente que durante aquella experiencia, al quitarse la venda que cubría sus ojos, fue cuando descubrió que el objetivo de su vida era lograr la salvación de Alemania. Mientras, fue tratado por un médico militar y un especialista en psiquiatría, que, según se informa, diagnosticó al cabo como «incompetente para comandar gente» y «peligrosamente psicótico». Su comandante declaró: «¡Nunca promoveré a este histérico!». Sin embargo, el historiador Sebastian Haffner, refiriéndose a la experiencia de Hitler en el frente, sugiere que por lo menos tuvo algún tipo de entendimiento con los militares.
La capitulación alemana en noviembre de 1918 lo impactó de sobremanera, pues en la creencia popular alemana el ejército alemán permanecía invicto. Como muchos otros nacionalistas alemanes, Hitler culpó a los socialdemócratas («los criminales de noviembre») por la rendición. Una explicación extendida por la derecha conservadora sobre la capitulación era la Dolchstoßlegende («la leyenda de la puñalada por la espalda»), que pretendía argumentar que a espaldas del ejército los políticos socialistas y marxistas habían traicionado y «apuñalado» a los alemanes y sus soldados por la espalda.

Hitler: inicios en el nazismo:

Después de la guerra, Hitler permaneció trabajando para el ejército como espía militar, siendo destinado a la supresión de levantamientos socialistas, que estallaron a través de toda Alemania, incluyendo Múnich, lugar a donde Hitler regresó en 1919. Participó en el «pensamiento nacional», cursos organizados por el Departamento de Educación y Propaganda del grupo bávaro de la Reichswehr. Un objetivo clave de este grupo era crear una «cabeza de turco» para justificar la derrota alemana. Las cabezas de turco fueron encontradas en el Judaísmo Internacional, los comunistas y los políticos liberales, especialmente los miembros de la coalición de Weimar, que eran considerados como los «criminales de noviembre».
En julio de 1919, Hitler fue designado V-Mann (Verbindungsmann, término alemán para espía de la policía) del Aufklärungskommando (Comando de Inteligencia) de la Reichswehr, con el objetivo de atraer a otros soldados de ideas similares, siendo asignado a infiltrarse en un pequeño partido nacionalista de extrema derecha, el Partido Obrero Alemán (DAP). Allí, Hitler conoció a Dietrich Eckart, uno de los primeros miembros y fundador del partido.
Hitler comenzó a participar a tiempo completo en las actividades del partido. Ya a principios de 1921, Hitler era considerado como un gran orador, hablando frente a muchedumbres cada vez más grandes. En febrero, habló ante una muchedumbre de casi seis mil personas en Múnich. Para hacer pública la reunión, envió dos camiones de partidarios del Partido con esvásticas, causar conmoción y distribuir prospectos; fue el primer empleo de esta táctica. Hitler ganó notoriedad fuera del partido por sus discursos polémicos, atacando el Tratado de Versalles, a políticos y grupos rivales (sobre todo marxistas) y, siempre, a los judíos, a los que posteriormente intentaría exterminar en los campos de concentración.
Por entonces, sus principales enemigos eran los comunistas; para combatirlos, creó la Sturmabteilung —la S.A.— comandada por Johann Ulrich Klintzich, aunque el verdadero jefe era el capitán Ernest Röhm. Toma como emblemas la Hakenkreuz —la cruz gamada— y el saludo del fascismo italiano del brazo en alto.

El grupo adquirió mayor preponderancia y en 1921 tomó el nuevo nombre de Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP), también llamado Partido Nazi. En 1923 Hitler preparó, con el apoyo de Erich Ludendorff, un fallido golpe de Estado, por lo que fue condenado a cinco años de prisión, de los cuales sólo cumplió ocho meses. Durante su encarcelamiento, en un régimen carcelario bastante blando, le dictó a Rudolf Hess su manifiesto político Mein Kampf, en el que presentaba a Alemania y al mundo cuál iba a ser su política futura y su visión del Lebensraum. Fue puesto en libertad en diciembre de 1924.
Logró atraerse a las clases medias, los trabajadores en paro y los grandes industriales y logró que su partido se convirtiera en el grupo parlamentario más fuerte en 1932. Sin embargo, fue derrotado por Paul von Hindenburg en las elecciones de marzo de ese año.
En este periodo, su vida sentimental se vio marcada por su relación con su sobrina Geli Raubal, que terminó suicidándose en oscuras circunstancias. Geli Raubal era hija de su hermanastra Angela y fue una de las llamadas Mujeres de Hitler.
ascenso al poder:

Tras su derrota en las elecciones de 1932, Hitler promovió una ola de revueltas y violencia callejera que forzó al débil e inestable gobierno al colapso.
Paul von Hindenburg se vio forzado a pactar con Hitler, que fue nombrado canciller alemán el 30 de enero de 1933 con la colaboración de los católicos de Franz von Papen y sus socios. Disolvió el Parlamento y convocó elecciones, liderando el Partido Nacional-socialista. Una semana antes de las votaciones, se produjo un incendio en el edificio del Reichstag y Hitler, tras acusar a la oposición comunista y social-demócrata del incendio, promulgó leyes de excepción, eliminando y persiguiendo a muchos adversarios políticos.
Consiguió la mayoría en las elecciones de mayo (aunque muchos historiadores señalan que no logró un apoyo importante por parte del pueblo alemán inicialmente). En poco tiempo, logró afianzarse en el poder, detentando los cargos de canciller y presidente de la República a la muerte de Hindenburg (2 de agosto de 1934), nombrándose a sí mismo Reichsführer. Estableció el nacional-socialismo como único partido legal. Eliminó a los oponentes de su propio partido y a colaboradores de dudosa fidelidad durante la llamada «Noche de los cuchillos largos», iniciando el proceso de eliminación de diversos grupos raciales, políticos, sociales y religiosos que consideraba «enemigos de Alemania» y «razas impuras», lo que más tarde le llevó a crear los campos de concentración para la liquidación sistemática de comunistas, judíos, Testigos de Jehová, Bibelforscher, gitanos, enfermos mentales y homosexuales, principalmente, así como a un intenso rearme militar






ALEMANIA PRE-GUERRA:

Promovió un estado del bienestar cimentado sobre la creación de una seguridad social, controlando el precio de la vivienda para que fuera asequible a todos los ciudadanos (las hipotecas suponían aproximadamente un 7% del salario de un alemán medio) y apoyando un nuevo concepto consistente en las vacaciones de ocio asequibles a todo el pueblo.
Entregó a los campesinos tierras en propiedad que anteriormente pertenecían al Estado.
En 1935, Alemania exhibió una mejora sustancial en términos macroeconómicos, los índices de desempleo bajaron y la economía en general se vio fortalecida por un crecimiento interno superior al resto de las naciones europeas.

En1937, la Alemania de Hitler alcanzó el mayor nivel de desarrollo desde la I Guerra Mundial. Se ampliaron los programas de salud social, se mejoraron los niveles de vida de la tercera edad, los niveles de seguridad social se vieron poderosamente reforzados. Aunados además a una mejor urbanización, los niveles generales de la clase media se vieron incrementados. La población en general percibió que la Alemania post Versalles había desaparecido y surgía un potente espíritu nacionalista.
A fines de ese mismo año, Hitler reunió a su Estado Mayor General (OKH) y les expresó su deseo de iniciar una guerra contra los eslavos. Esto se ratificó el 28 de mayo de 1938 en la segunda reunión.
El 1 de octubre de 1938 se verifica la Anexión de Austria y de los Sudetes al territorio alemán, denominada Anschluss. Con ello, Hitler ganaba dividendos políticos al anexar este territorio ocupado por alemanes propiamente dichos y descendientes de alemanes.
Continuó la persecución de los judíos, promulgando leyes contra sus derechos más elementales y un ataque directo en la «Noche de los cristales rotos».
En 1939, se verifica la Ocupación de Checoslovaquia en el marco de la anexión germana.
El 23 de agosto de 1939, Hitler recibió la confirmación de la firma del Pacto Ribbentrop-Molotov convenido con la URSS; Hitler jugaba al ajedrez con el inminente escenario bélico.
El 23 de octubre 1939, pocos días después de la Invasión de Polonia, firmó la Orden de Eutanasia denominada Programa Gnadentod autorizando a la Comisión creada por Himmler denominada Comisión para la Curación y el Cuidado del Reich a su aplicación inmmediata bajo la supervisión del director de la Cancillería Philip Bouhler y ejecutada por S.S. Viktor Branck y Verner Blankenburg. Se eliminaron 60.000 discapacitados mentales y físicos, desarrollándose a gran escala en dos años, menguando en agosto de 1941, pero sin llegar a interrumpirse en ningún momento.
Otros programas de purificación racial también fueron autorizados por Hitler, tales como la supresión de homosexuales.



SEGUNDA GUERRA MUNDIAL:

Empleó una nueva forma de hacer la guerra conocida como Blitzkrieg (guerra relámpago), conquistando en poco tiempo numerosas naciones europeas que anexionaba a su imperio, como Holanda, Bélgica, Grecia, Yugoslavia y Dinamarca, entre otras. Especialmente brillante fue la conquista de Francia, nación a priori con una potencia militar similar a la de Alemania y a la que derrotó en tan sólo 3 semanas gracias a la ofensiva de Las Ardenas, la cual fue diseñada por él mismo. Tras conquistar Francia, obligó a los dirigentes franceses a firmar la capitulación exactamente en el mismo lugar donde los alemanes habían firmado la rendición tras la Primera Guerra Mundial.

Para 1942, Hitler empezó a hablar en sus círculos íntimos de su sucesor y muchos nombres se empezaron a barajar en su entorno, generando una lucha tras bambalinas por lograr sucederle. Se pueden citar a Himmler, Hermann Göring, Martin Bormann y más tarde a Albert Speer, pero el que sonaba fuerte era Reinhard Heydrich, quien a los ojos de Hitler era el más perspectivo Nazi y su posible sucesor, quien murió en Praga después de un atentado bajo la Operación Antropoide. Hitler enfurecido ordenó al sucesor de Heydrich en Praga, Karl Hermann Frank, las matanzas de Lídice y Lezaky. Miles de personas murieron en Bohemia.

Para esa fecha, los científicos del Instituto Káiser Guillermo, Otto Hann y Werner Heisenberg, habían estado tras los pasos del desarrollo de la bomba atómica. Estos propusieron a Albert Speer que colaborara con los suministros necesarios para materializar la bomba. Sin embargo, Hitler despreció estos avances denominando este tema como física judía, pues tenía una marcada fobia a todo lo relacionado con Albert Einstein. Para ese momento, Alemania estaba a no menos de 5 años de culminar su proyecto. Algunos avances se hicieron en territorio noruego con la producción de agua pesada.
Hitler prefirió centrar su atención en los avances del desarrollo de los cohetes V1 y V2.
Junto a ese escenario, en1944 los Aliados invadieron Normandía, combatiéndosele por tanto en dos frentes. Ya hacia fines de 1943 era evidente que la guerra estaba perdida para la Alemania nazi. Por esta razón, muchos militares de la Wehrmacht y también civiles se conjuraron para complotar.
En 1943, Hitler instruyó a Himmler para que divulgara a una selecta audiencia de las altas esferas del partido lo que sucedía con los judíos en la llamada Solución Final. El doble objetivo del llamado El discurso de Posen era involucrar por el conocimiento a la audiencia y hacerlos cómplices y, por otro lado, solicitarles el secreto por lo divulgado. Salvo el programa de eutanasia firmado por Hitler en 1939, Hitler jamás dio su firma ni instrucción por escrito al respecto, todo era instrucción verbal a Himmler. Sólo se dejaron escritos imputables en la Conferencia de Wannseeen 1942.
Adolf Hitler fue blanco y objetivo de varias tentativas y atentados de facto, la mayoría tramados por militares alemanes, de los que siempre escapó con vida.
El más importante fue el de 20 julio de 1944, liderado por Claus von Stauffenberg, que provocó el suicidio obligado de Erwin Rommel y Von Kluge entre otros.
El 7 de abril de 1945, ya presintiendo el final, ordenó a Himmler ejecutar a todos los prisioneros políticos en los campos de concentración y en las cárceles, entre los cuales estaban el antiguo jefe de la Abwehr, Wilhelm Canaris, Georg Elser.
Adolf Hitler jamás consideró capitular en la guerra, aun cuando fue evidente que ésta ya estaba perdida para el ejército alemán. Prohibió a sus generales rendirse y ordenó combatir hasta el final; incluso persiguió y mandó asesinar a quienes plantearon la rendición, la huida o iniciaron negociaciones de paz con los Aliados. Por ejemplo, se sabe del brutal interrogatorio y posterior ejecución de Hermann Fegelein, hombre cercano a Heinrich Himmler y cuñado de Eva Braun, como resultado del ataque de ira que Hitler y Joseph Goebbels sufrieron al enterarse de que Himmler intentaba pactar la paz con Eisenhower y Bernardotte.

MUERTE DE HITLER:


Los detalles de su muerte siguen siendo debatidos y no comprobables todavía al ciento por ciento.
la versión de Joachim C. Fest indica que Hitler renunció a intentar huir de Berlín y se suicidó con un tiro de revólver y, al mismo tiempo, ingiriendo una cápsula de cianuro en su búnker, a 16 m de profundidad en el subsuelo del edificio de la Cancillería en Berlín, junto a su nueva esposa Eva Braun y rodeado de unos pocos incondicionales, el 30 de abril de 1945, cuando el Ejército Rojo, dirigido por el mariscal Zhúkov, tomaba Berlín y se encontraba a menos de 300 m del búnker. PALABRAS DE SU AYUDANTE GüNSCHE:
"Hitler se retiró a eso de las 16 horas junto con Eva Braun a su despacho privado contiguo a la sala de mapas y Otto Günsche se paró frente al despacho esperando el momento de entrar; le acompañaba Linge. Se sintió un disparo ahogado y Günsche esperó unos 15 minutos de acuerdo a instrucciones; posteriormente Linge ingresó a la habitación de dos ambientes. Hitler estaba recostado a un extremo del sofá con un tiro en la sien, de la cual aún manaba sangre, su boca tenía una grotesca mueca.
Según Günsche y Linge, Eva Braun estaba recostada al otro extremo con los ojos abiertos y una mueca de dolor en su rostro, una pistola estaba en la mesa a su disposición, pero no alcanzó a usarla, pues el cianuro había sido rápido.
En efecto, Linge siguió a Günsche al entrar al compartimiento de Hitler, y una vez confirmada su muerte, levantó los cuerpos envueltos en una alfombra y los sacó al patio trasero de la Cancillería, en unos momentos en que llovían obuses rusos por doquier.
Günsche depositó ambos cuerpos en un orificio de obús, los roció con unos 200 l de gasolina y les prendió fuego. Mientras se consumían, unos cuantos testigos, entre ellos Martin Bormann, Goebbels, realizaron un nervioso y acongojado saludo militar, mas un obús que estalló cerca les obligó a volver al búnker sin verificar la total consumación de la incineración.
Su muerte se puso en duda durante mucho tiempo, creándose toda suerte de mitos.

Recientes versiones surgidas en los años 1990 del lado ruso, confirman que los soviéticos (NKVD), después de una infructuosa búsqueda en la que incluso hallaron a un doble de Hitler suicidado en una habitación de la Cancillería como una forma de despistar, por fin dieron con los restos irreconocibles en parte de Hitler, Braun y la familia Goebbels y que estos, secretamente aun para el mismo general Zhúkov, fueron transportados en cajas especiales a la frontera, a un cuartel militar que luego pasaría a ser territorio de la República Democrática Alemana.
Estos restos permanecieron secretamente enterrados bajo un jardín de dicho cuartel y sólo algunas autoridades de la NKVD sabían dónde estaban, hasta que en los años 1970 fueron exhumados, se extrajo el cráneo a Hitler y el resto de los cadáveres fue incinerado para evitar que su tumba fuera objeto de veneración. No se ha podido dar con el cráneo de Hitler, pero una parte signada como de Hitler, el hueso parietal de su caja craneana está en un Museo soviético.

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